sábado, 19 de octubre de 2013

psicfisiologia del estres


PSICOFISIOLOGIA DEl ESTRÉS





¿QUE ES EL ESTRES?

RESPUESTA FISIOLÓGICA DEL ESTRÉS
El estrés es la respuesta automática y natural denuestro cuerpo ante las situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes. Nuestra vida y nuestro entorno, en constante cambio, nos exigen continuas adaptaciones; por tanto, cierta cantidad de estrés (activación) es necesaria. En general tendemos a creer que el estrés es consecuencia de circunstancias externas a nosotros, cuando en realidad entendemos que es un proceso de interacción entre los eventos del entorno y nuestras respuestas cognitivas, emocionales y físicas. Cuando la respuesta de estrés se prolonga o intensifica en el tiempo, nuestra salud, nuestro desempeño académico o profesional, e incluso nuestras relaciones personales o de pareja se pueden ver afectadas. La mejor manera de prevenir y hacer frente al estrés es reconocer cuándo aumentan nuestros niveles de tensión y ante qué estímulos o situaciones.


La respuesta fisiológica es la reacción que se produce en el organismo ante los estímulos estresores. Ante una situación de estrés, el  organismo tiene una serie de reacciones fisiológicas que suponen la activación del eje hipofisosuprarrenal y del sistema nervioso  vegetativo.
El eje hipofisosuprarrenal (HSP) está compuesto por el hipotálamo, que es una estructura nerviosa situada en la base del cerebro que  actúa de enlace entre el sistema endocrino y el sistema nervioso, la hipófisis, una glándula situada asimismo en la base del cerebro, y  las glándulas suprarrenales, que se encuentran sobre el polo superior de cada uno de los riñones y que están compuestas por la corteza y la médula.
El sistema nervioso vegetativo (SNV) es el conjunto de estructuras nerviosas que se encarga de regular el funcionamiento de los órganos internos y controla algunas de sus funciones de manera involuntaria e inconsciente. Ambos sistemas producen la liberación de hormonas, sustancias elaboradas en las glándulas que, transportadas a través de la sangre,  excitan, inhiben o regulan la actividad de los órganos.


Fases del estrés: síndrome general de adaptación:
El origen histórico del concepto de estrés parte de las investigaciones que realizó Hans Selye en el año 1936 y que dieron lugar al llamado síndrome general de adaptación. Ante una situación de amenaza para su equilibrio, el organismo emite una respuesta con el fin de intentar adaptarse. Selye define este fenómeno como el conjunto de reacciones fisiológicas desencadenadas por cualquier exigencia ejercida sobre el organismo, por la incidencia de cualquier agente nocivo llamado estresor. Se puede definir, pues, como la respuesta física y específica del organismo ante cualquier demanda o agresión, ante agresores que pueden ser tanto físicos como psicológicos.  En este proceso de adaptación por parte del organismo se distinguen las fases de alarma, de adaptación y de agotamiento.

Fase de alarma
Ante la aparición de un peligro o estresor se produce una reacción de alarma durante la que baja la resistencia por debajo de lo normal. Es muy importante resaltar que todos los procesos que se producen son reacciones encaminadas a preparar el organismo para la  acción de afrontar una tarea o esfuerzo (coping). Esta primera fase supone la activación del eje hipofisosuprarrenal; existe una reacción instantánea y automática que se compone de  una serie de síntomas siempre iguales, aunque de mayor a menor intensidad:
Se produce una movilización de las defensas del organismo.
Aumenta la frecuencia cardiaca.
Se contrae el bazo, liberándose gran cantidad de glóbulos rojos.
Se produce una redistribución de la sangre, que abandona los puntos menos importantes, como es la piel (aparición de palidez)
y las vísceras intestinales, para acudir a músculos, cerebro y corazón, que son las zonas de acción.
Aumenta la capacidad respiratoria.
Se produce una dilatación de las pupilas.
Aumenta la coagulación de la sangre.
Aumenta el número de linfocitos (células de defensa).

Fase de resistencia o adaptación
En ella el organismo intenta superar, adaptarse o afrontar la presencia de los factores que percibe como una amenaza o del agente nocivo y se producen las siguientes reacciones:
Los niveles de corticoesteroides se normalizan.
Tiene lugar una desaparición de la sintomatología.

Fase de agotamiento
Ocurre cuando la agresión se repite con frecuencia o es de larga duración, y cuando los recursos de la persona para conseguir un nivel de adaptación no son suficientes; se entra en la fase de agotamiento que conlleva lo siguiente:
Se produce una alteración tisular.
Aparece la patología llamada psicosomática.













































Por  naturaleza, el estrés es una función ergotrófica que paraliza todas las demás funciones del organismo para poder responder a las demandas de alerta.
Esto se produce gracias a la elevación de los niveles de Cortisol, hormona que facilita la conversión de dopamina en Noradrenalina  gracias a la enzima Dopamina-betahidoxilasa, lo que aumenta las provisiones de adrenalina necesarias para responder a una situación estresante.
Este proceso es fisiológico y necesario en situaciones de estrés puntual.   El problema surge en circunstancias de estrés crónico, cuando la demanda de adrenalina se alarga en exceso y la dopamina se agota.  Es entonces cuando el Cortisol, siendo ergotrófico, comienza a manifestar sus efectos más destructores, ya que al no desviarse para la metabolización de adrenalina por falta de dopamina, se acumula en exceso y paraliza todos los procesos de regeneración celular del organismo, incluyendo la mucosa del tubo digestivo y las células del sistema inmunológico.
La competencia entre las hormonas ergotróficas y las hormonas trofotróficas
El Cortisol es antagonista de las hormonas trofotróficas encargadas de la regeneración de los tejidos del organismo, incluidos los del sistema inmunológico y de los de la mucosa intestinal.
Por eso, cuando el estrés hace su aparición, surgen síntomas de diversa índole relacionados todos ellos, con un trastorno en los sistemas de regeneración del organismo que se pueden manifestar en trastornos digestivos, dermatológicos, del sueño y en una disminución general de las defensas, lo que abre las puertas a las infecciones y las alergias.
El estrés crónico también puede provocar agotamiento, cuadros depresivos y alteraciones del sueño por la disminución de los niveles de serotonina y/o dopamina
Es importante señala que, en el caso de las mujeres, el estrés provoca también un aumento de la prolactina
La competencia entre el Cortisol y las hormonas regenerativas se debe a que ambas tienen un padre común del que proceden: el colesterol
Cuando aparece estrés, el colesterol es metabolizado en Cortisol de forma masiva, sin dejar suficiente para la producción de hormonas trofotroficas.  Este hecho explica también por que el aumento de cortisol reduce los niveles de hormonas sexuales y provoca una disminución de la libido y de la capacidad reproductiva y regenerativa, tanto en hombres como en mujeres,






bibliografia:


  1. http://blogpsicobiologico.blogspot.com/2013/04/sistema-nervioso-sistema-endocrino-y-el_2094.html
  2. http://www.ugr.es/~ve/pdf/estres.pdf
  3. http://www.creces.cl/new/index.asp?tc=1&nc=5&imat=&art=2112&pr=

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